moda & belleza
Un tocado que logre armonía, por Flo Pollio
26 Mar 2021
Además del vestido, la novia tiene el gran desafío de encontrar la “joya” perfecta para su cabello, que lo adorne, destaque su rostro y genere armonía. Este último concepto es el más importante: la armonía.
Cuando una elige su tocado de novia, siempre tiene que considerar varios factores:
– Su rostro (rasgos generales, ojos, labios, maquillaje)
– Su pelo (tono, corte, peinado)
– El vestido (tono, corte, estilo, ornamentos).
Resulta fundamental trabajar en equipo con las diseñadoras para generar cada una de las piezas para la novia, ya que la novia es UNA. Todo debe de equilibrarse para que quien brille sea ella en su conjunto. Es una típica tentación como diseñador la de caer en que tu pieza de diseño se luzca: ese no debe de ser el objetivo principal. El éxito de un buen diseño está en comprender a la novia, su estilo, personalidad, gustos, costumbres, para poder crear una pieza que se inserte armoniosamente en ese universo de diseños (vestido, peinado, zapatos, joyas, maquillaje, etc).
Los “métodos” para equilibrar son varios y no es una ciencia exacta.
– Si el vestido es simple, liso, homogéneo en texturas, podemos tomar dos caminos:
Un tocado super cargado que complemente a la vestimenta. Crear contrastes de este tipo genera looks muy interesantes, jugar con lo limpio y lo ornamentado, lo suave y lo rígido, liso y texturado. O, por el contrario, un tocado simple que siga con la línea general del diseño del vestido. Para este camino, recomiendo que el tocado sea de un material visualmente diferente al del vestido, para que genere novedad, un cambio de ritmo.
– Cuando el vestido es más complejo de forma, mezcla texturas o materiales, generalmente aconsejo un tocado más simple. Pero hay novias que por su personalidad y rasgos físicos, admiten un tocado cargado. Para este caso es importante limitarnos a utilizar alguno de los materiales o tonos o texturas del vestido, para que se lea cierta unidad, algo que viene de una misma esencia.
Aquí es donde juega el equilibrio, ya que tampoco es estético utilizar todos los materiales y texturas del vestido: el vestido es el vestido y el tocado debe de identificarse como otra pieza, que lo complementa y lo favorece, pero es independiente.
Son muchas las variantes que se pueden considerar para lograr estos caminos.
Se puede aportar rigidez con materiales metálicos. Si vemos que queda muy rígido, podemos jugar con algo intermedio como es la porcelana fría. La suavidad y lo liviano lo logramos con telas o flores naturales.
Un toque de color, por más mínimo que sea, genera contrastes, claroscuros que le dan vida al tocado.
Para concluir me quedo con esto: LA NOVIA ES UNA, la que tiene que brillar por quien es y como es, el tocado, como el resto de los elementos deben de equilibrarse para lograr esto.