cocina

Semana del corazón: vino tinto en la copa y en la olla, por Mery Bernardi

28 Sep 2017

Uruguay, país pequeño en comparación con otros, tiene una gran cultura de vino. Cuenta con aproximadamente 260 bodegas familiares y el consumo per capita está calculado en aproximadamente 28 litros anuales.

Allá por el año 1874 Don Pascual Harriague incorpora a nuestro país con éxito la cepa Tannat en el norte del país, Salto más específicamente, en el “Saladero de la Caballada” y por su parte Francisco Vidiella comenzó a cultivar en el sur cepas que había traído de Europa. Y es que la producción de vino, luego de pasar años de pruebas y de adaptación al clima y al suelo, comenzaba a arraigarse.

Estamos en la semana del corazón y es sabido que uno de los recomendados para la salud de nuestro cuore es el vino tinto. En mi caso crecí escuchando “el médico me recomendó una copita de vino tinto por día”.

Pero… ¿por qué? ¿Por qué es bueno tomarnos una copa al día?

El vino tinto es muy rico en antioxidantes lo cual provoca que sea vaso dilatador y antiinflamatorio. Tiene niveles altos de  taninos, polifenoles y flavonoides. Aumenta el colesterol bueno, favorece la circulación de la sangre y retrasa el envejecimiento.

Esta bebida sagrada que nace con los egipcios y que es obtenida casi que por pases alquimistas nos permite disfrutarlo solo así como también cocinar con él muchas recetas. Si sos de esos que aún no le agarran el gustito, podes hacer una de las más famosas que lo utiliza: un Boeuf Bourguignon. Es un guisito francés a base de carne y vino. Una delicia para chuparse los dedos que cocina Meryl Streep en la película Julie & Julia donde interpreta a la perfección el papel de la gran Julia Child, una de mis cocineras favoritas e inspiradoras de la vida. ¡Va receta!

Boeuf Bourguignon

– 1 kg de carne magra
– 3 cdas de aceite neutro
– 200 gr. panceta en trozo
– 4 echalotes
– 2 zanahoria
– 2 dientes de ajo
– Sal
– Pimienta
– 1 cda de harina
– 3 tazas de VINO TINTO joven
– 2 tazas de caldo de carne
– 1 cda de extracto de tomates
– Ramita de tomillo
– Ramita de perejil
– Hojitas de laurel
– Hilo cometa
– Puñado de hongos frescos
– 20 cebollitas
– 3 cdas de manteca
– 1 cta de azúcar

Cortar la carne en dados de 5 cm de lado aproximadamente. Cortar la panceta en lardons (bastones). Precalentar el horno a 200 °C.

Cortar las echalotes en pluma.  Lavar, pelar y cortar las zanahorias en ruedas. Machacar el ajo y quitarle la piel. Freír la panceta cortada en la olla Le Creuset (o alguna con tapa apta para horno) hasta que quede crocante. Reserva en papel absorbente.

Dejar que la olla tome temperatura. Secar la carne con papel absorbente antes de llevarla a la olla para que la misma se seque y pueda dorarse sin problema. Saltearla en la olla de a tandas para que se doren todos los cubos. Agregar sal y pimienta y dorar por todos sus lados. Reservar con la panceta. En la misma grasa, dorar todas las verduras y salpimentar. Colocar nuevamente la carne y la panceta en la olla. Agregar la harina y rehogar ligeramente.

Desglasar con vino tinto y dejar que se evapore el alcohol. Agregar caldo hasta que la carne quede cubierta. Incorporar el extracto de tomates. Realizar un buquet garni con las hiervas: atarlas con hilo cometa y agregárselo a la olla y cocinar a fuego medio hasta que empiece a hervir, con tapa. Llevar a horno durante 2 horas aprox. El punto de la carne es cuando la misma se rompe fácilmente, deshaciéndose cuando la cortamos con cuchillo o tenedor. Retirar la carne y si fuese necesario, desgrasar la salsa cocinando a fuego suave sobre la hornalla. Debe quedar una salsita espesa.

Caramelizar las cebollitas durante 35 min aprox a fuego lento con la manteca y el azúcar. Cortar los hongos frescos en cuartos y saltear con manteca.

¡Bon appetit!