Capaz que esto es algo diferente de lo que vengo escribiendo siempre pero estaba el otro día sentada bajo la lluvia en pleno campo, literal en el medio de la nada, y me sentía bien. Me sentí bien conmigo misma. Y me dieron muchas ganas de escribir algo y me salió esto. Así como salió así lo puse y acá lo dejo para ustedes.

Paz. En paz estoy. Tengo que decirlo. Está re bueno poder mirar la nada y decir: estoy en paz. Palabra que se usa poco hoy ¿no les parece? En todos sus sentidos. Hoy puedo quererme, puedo querer al otro. Me conocí. Me llevó un tiempo. Pero le quiero. Belen te quiero. Y no me hago más mal, no me lastimé. No busco más el boicot. No busco más el masoquismo. Hay días que me pongo triste si, porque es imposible estar tranquila 24/7, imposible no, mentira. A ver, siento. Estoy viva. Hay sangre en mis venas. Problemas tengo obvio. Pero nada tiene que ver con nada. Lleva su tiempo encontrarse. Primero hay que tener ganas de buscarse. Verse. Observarse. Y cuando te ves: PAM, bancarse la toma. No salir corriendo. No asustarse. Te dolerá la panza. Bancatela. Porque cuando te conoces, conoces las peores cosas. Pero tenés que para poder arreglarte en todo. Con todo. Y después ya es un camino con un poco de pierdas pero nada que vos no puedas pasar por arriba. Hacelo. Conócete. No importa el momento ni la edad. Cuando tiene que pasar pasa. Después contame. Gracias por leer. 

Ahora vos, ¿cómo te sentís?

Compartan. Hablemos.

O simplemente compartilo.

Arriba. Capaz que necesitas un empujón.

O alguien.