cocina
Recetas con historia: Guillermina y su Apfelstrudel
10 Mar 2021
Al preguntarle si tenía algún plato con historia para compartir Guillermina respondió que la mayoría de sus recetas la tiene y la transportan a su infancia. Para esta oportunidad eligió el Apfelstrudel. ¿Por qué? “Porque además de ser la receta de cabecera de mi familia es la que me trae más recuerdos y la que más me gusta. Todo combina perfectamente, la crema con la manzana y la lavanda”.
Guillermina dice que nació con un plato de apfelstrudel, específicamente en Bariloche, donde vivió los primeros cuatro años de su infancia. Recuerda estar junto a su papá y hermano en la cocina, estirando masa con un palote.
Es una receta que se ha transmitido de generación en generación, en medio de una fusión cultural austríaca (por parte de padre) y judía (por parte de madre). En “Sin pretensiones”, su restaurante, ella es la única que lo cocina. Es una forma de estandarizar el gusto y darle la seguridad a sus clientes de que siempre probarán el mismo apfelstrudel. Su padre, egresado de una escuela gastronómica de Austria, fue quien dejó el legado a su mamá, luego de fallecer, cuando Guillermina era muy chiquita. “El restaurante es una forma de mantener vigentes ciertas tradiciones y de tenerlo presente a él. Ahora mi mamá es mi referente y a la única que dejaría hacer el apfelstrudel en “Sin pretensiones”, porque es una de las pocas personas a la que le queda mejor que a mí”, dijo muy orgullosa.
Su fanatismo por la manzana también explica su amor por el apfelstrudel. Nunca se cansa de su sabor cítrico y dulzón ya sea en el desayuno, luego del almuerzo, con un mate por la tarde o cuando por la noche tiene “esos ataques de quiero algo dulce”.
Aunque su máxima condición es mantenerse fiel a la receta original, es muy crítica consigo misma y le gusta tomar ideas de otros restaurantes: “Cuando lo probé en París le sentí un sabor a clavo de olor y pensé ‘che nunca se me hubiera ocurrido’. A veces creo que ni ahí se acercan al verdadero apfelstrudel, pero hay ocasiones en las que digo ‘pah que copado, podría agregarle este ingrediente al nuestro’”. Considera que está bueno “darle una vuelta de turca”, pero hay ciertas características que mantener, como las manzanas verdes de primerísima calidad, las proporciones de los ingredientes, servirlo tibio con cierta simpleza y obviar la canela o el glasé de limón porque opacan los demás sabores.
Hoy en día hay gente que visita su restaurante simplemente para tomar un té y comer apfelstrudel. Sin dudarlo cuenta que “a nivel personal es mi favorito y creo que para los clientes también. A veces se llevan algunos por encargo. Tal vez suene soberbio, pero si yo viniese a “Sin pretensiones” también comería un apfelstrudel con café”.
Ingredientes:
(Para 2 Apfelstrudel grandes de 7 porciones cada uno)
Masa:
1 cuchara de aceite
1 pizca de sal
2 cucharas de vinagre blanco
1 yema de huevo
300 g de harina
250 cc de agua tibia
60 g de manteca para untar
Relleno:
1 k de manzanas VERDES
Jugo de 1 limón
150 g de azúcar
40 g de pasas de uva negras
2 g de lavanda
1 rama de canela
Procedimiento:
1- Cernir 2 veces la harina con la sal.
2- En un bowl, colocar el aceite, el huevo y el vinagre. Agregar 250 cc de agua tibia.
3- Ir agregando la mezcla líquida a la harina con sal, hasta formar una masa elástica.
4- Colocar la masa en una mesada enharinada y golpear hasta quitar todo el aire.
5- Dividir la masa en dos bollitos de igual tamaño. Dejar reposar 1 hora tapando con un repasador nuevo.
Mientras, preparar el relleno, colocando las manzanas peladas y cortadas en cuartos en una olla con la manteca, el jugo de limón, el azúcar, la rama de canela, la lavanda y las pasas. Cocinar a fuego muy suave, hasta que las manzanas queden cocidas pero firmes. Retirar la canela en rama. Dejar enfriar el relleno y reservar.
6- Con la ayuda de un palote y mucha paciencia, estirar las masas hasta que queden tan finas como un papel y en forma de rectángulo. Pincelar las masas con la manteca.
7- Dividir el relleno en dos partes iguales y colocar la mitad sobre cada masa enmantecada. Envolver cuidadosamente por uno de los lados largos del rectángulo para formar el “remolino” (Strudel como su nombre en alemán lo indica es un “remolino” que guarda en su interior un relleno de manzanas) que dejará en su interior el relleno y cubrir los extremos para que no se salga. Colocar el primer rollo sobre una asadera previamente enmantecada. Hacer lo mismo con la otra masa y el relleno.
8- Llevar a horno precalentado a 190º C por 10 minutos, Dar vuelta con cuidado de que no se rompa y cocinar otros 10 minutos o hasta que la superficie y el piso queden crujientes.
9- Apagar y servir tibio, espolvoreado con azúcar impalpable acompañado de crema batida y clavo de olor o helado de crema.