Esta entrada del día de hoy va a ser un poco diferente a las de siempre, pero esta bueno cambiar, ¿no?

Déjenme explicarles un poco. Yo estoy estudiando Creatividad y Dirección de Arte en una escuela llamada Brother acá en Montevideo. Uno de los tantos ejercicios que nos mandaron era escribir un ‘capitulo’ de la serie – Black Mirror – que está en Netflix (por si no la miraste, la recomiendo. Sí. Apenas puedas anda. Ahora. Más tarde. Hacelo). Entonces les voy a mostrar algo que escribí, que me pareció muy divertido, que capaz que puede inspirar a alguien que está leyendo para un trabajo audiovisual o lo que sea. O capaz que sos primo/a, amigo/a de alto director de cine y lo hacemos antes de que Netflix saque la idea.

La idea/historia/resumen dice así:

 ¿Cómo es el mundo ahora que los animales hablan? 

Se inventa un chip que se les pone a todos los animales y ahora pueden comunicarse en cualquier idioma con todos nosotros. Así que no importa el país o idioma que hables, ellos saben comunicarse.

 Es un cambio radical de siglos y siglos en la vida del ser humano. Su egoísmo y su mandato. Sus costumbres y su forma de ser. La humanidad va a tener que adaptarse a todos los cambios. Cambian las leyes. La forma de vivir. La forma de hacer las cosas. 

 Cambia la forma de comer. Ya sabíamos que los animales tienen sentimientos pero no podíamos escucharlos hasta ahora. Ese es el golpe más fuerte. El cambio más traumático. El tener que saber qué hacer. ¿Se siguen comiendo? ¿Que comerán ellos? ¿Se organizará algo en donde haya carne humana tanto para ellos como para nosotros? 

 ¿Qué tendrán para decirnos? 

¿Qué pasará con la convivencia y este nuevo mundo? 

 ¿Podrá la humanidad con todo esto? 

 ¡Aplausos!