¿Cómo están? Yo no ando muy bien en tema de corazón pero como siempre aplico todo lo que escribo por acá, sé que nadie se murió por amor y cuando las cosas no pasan, simplemente no pasan. O cuando las cosas se hacen tóxicas, mejor irse. Y así
es.
Así que seguro este mes hablare mucho del amor, de los vínculos y todo eso. Más aún porque estoy leyendo un libro que me hace mover muchas cosas y pensar mucho. Ergo, dejo todo acá, en mi diario íntimo/blog/ventilador de vida personal. Jajaja.
Cuando uno sufre, aparecen las inquietudes, los aprendizajes, los desafíos y preocupaciones. Creo que es algo que vivimos todos. El modo en cómo nos vinculamos como pareja es lo que más nos preocupa. Todos esos dolores que se viven desde la
soledad, todo lo de ‘afuera’ que nos impide encontrarnos de un modo autentico.
Esa necesidad que tenemos hoy en día de controlarlo todo. La necesidad de digitalizar las relaciones y tener que mostrar todo. Esto en mi última relación lo aprendí.
Más allá que por casos de fuerza mayor no podía compartí absolutamente nada, siempre mostré demasiado en mis relaciones. Todo el mundo sabía todo, hasta lo más personal.
Sabían de las peleas y de las risas. También se metían y opinaban, eso era lo negativo. Haber terminado después de haber hecho un reality de mi vida privada fue más doloroso que haberme separado de la persona en sí. Los comentarios de apoyo que en si no eran tanto de apoyo para mí porque lo único que me pedían eran explicaciones como si hubiese terminado con toda la internet. Ahí va, eso mismo se sintió, que no solo terminé mi relación con mi pareja sino que terminé mi relación con todo el Instagram.
Recién ahora aprendí que no hay que mostrar tanto. Que mejor que se sepa en tu círculo, en tus cosas. Que cuando vivís mostrando mucho, está mal. El construir algo por parecer que por realmente ser.
También está bien que las personas trabajemos por querernos, ponernos en primer lugar y estar bien. Cada uno con sí mismo para poder después ayudar, compartir, disfrutar y apoyar al otro. La clásica frase de: si no me quiero yo, no puedo querer al
otro. Si no tengo un amor propio sano, voy a darle al otro amor roto.
Los extremos siempre son malos, y muchas veces esa necesidad de estar bien se transforma en una irritación que no incluye a quien tenemos cerca. También es mucho de mostrar que yo estoy bien y hago lo que quiero, mas allá de lo que eso genere en el
otro, casi a cualquier costo.
El pensar que es lo mejor para mi nada más, no es mejorar el vínculo sino algo egoísta que atenta contra algunos valores como el respeto u empatía, atenta con el compromiso de estar bien con el otro, atenta contra el amor.
Empezamos a descuidar el vínculo que tenemos, empieza a doler.
Algo horrible que me pasó muchas veces es sentir que estas con el otro, estas en pareja, pero sintiéndote en plena soledad. ¿Les ha pasado?
A todos nos cuesta mucho hacer una pausa, mirarnos y mirar alrededor para ver cómo estamos, que es lo toxico que tenemos y que no.

La realidad es que muchas de las rupturas no tienen que ver con grandes conflictos y heridas. Generalmente es la sucesión de peleas chicas o decepciones que empiezan a generar distancia en la relación y nos van dañando. Lo tóxico que es muy
difícil de ver.
La realidad que el modo en que nos estamos vinculando últimamente está mal. Es todo un tema y bastante complicado. Estamos en crisis de vínculo. Somos seres vinculares. Los vínculos sanan nuestra alma y nuestra energía. Armar el vínculo implica postergaciones, entregarse, ser flexible, tener paciencia, respeto y sobre todo humildad.
Dejar el orgullo de lado. Y lo peor que la mayoría de esos valores están en crisis. Hay que pelear con todo para hacer de nuestra vida la mejor que podemos y que eso se refleje en nuestra relación también. Como dijimos arriba, nosotros damos lo que
somos.
Otra cosa, no hay una pareja igual a la otra. Tenemos que saber que cada uno hace lo mejor posible. Tenemos que cuidarnos más y no olvidar al otro en eso.
En fin, espero que mi desahogo también les haya servido a ustedes.
En el próximo artículo seguimos hablando, porque todavía no termine de analizarme y ver todo lo que está pasando, jaja.
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@belumare