Se acerca ese día que estuvimos planificando y esperando ansiosas. Se acerca el momento de dar el sí definitivo y los nervios empiezan a hacer estragos. Para combatirlos y disfrutar el momento, lo mejor es que durante la semana previa nos concentremos en nuestro bienestar físico y emocional, alejándonos de situaciones que puedan despertarnos una crisis.

Es importante tener en cuenta que cuanto más nos acerquemos al día del casamiento, seguramente sintamos más estrés y nerviosismo. Lo recomendable es que en esos momentos no tomemos decisiones radicales: la semana previa a la boda debe ser de revisiones y chequeos, pero jamás de grandes cambios.

Compartimos con ustedes una serie de consejos que pueden ser de ayuda a la hora de organizarnos y de trabajar la tranquilidad en esa semana previa al día de nuestra boda.

No a los cambios estéticos

Definitivamente, este no es el mejor momento para decidir un cambio en el color de pelo, ni para hacer retoques importantes que no probamos nunca antes. Si bien contamos con el tiempo para hacer algunas correcciones, nos estaríamos exponiendo a que no quede como realmente queríamos, y ahora… ¿cómo lo solucionamos?

Tampoco es el momento para cortarlo demasiado. Sí podemos recortar las puntas para conseguir un pelo sano, pero debemos tener en cuenta que el peinado de novia está directamente relacionado con el escote de del vestido, con el velo y con los accesorios que se utilicen; por lo que un cambio radical afectaría más de lo imaginable. ¡Lejos de las tijeras y la tintura!

No a las dietas radicales

La última semana antes del casamiento es prácticamente la recta final y necesitamos contar con toda la energía, atención y concentración posibles. Por eso, si nos sumergimos en una dieta radical con el fin de bajar en poco tiempo lo que no conseguimos en los meses anteriores, seguramente no obtendremos buenos resultados. Nos vamos a empezar a sentir cansadas, débiles y ¡muy malhumoradas! Lo más sano que podemos hacer es alimentarnos de manera balanceada, con frutas y verduras, tomar mucha agua y no saltearnos ninguna comida.

No a los alimentos ricos en sodio

Los alimentos demasiado salados y muchas de las comidas rápidas contienen altos niveles de sodio. ¿Qué efecto tiene esto en nuestro cuerpo? Nos hace retener líquidos y, por lo tanto, provoca cierta hinchazón. Así que es preferible que, aunque las comidas sean básicas, sean caseras y de preparaciones naturales, que además nos permiten desintoxicar el cuerpo.

No al café

La cafeína es un estimulante que puede alterar el sistema nervioso, por lo que es conveniente mantenernos alejadas de ella o al menos disminuir las cantidades que tomamos por día. Sí, seguro tenemos mil cosas por resolver y sentimos que no nos alcanzan horas, pero consumir cafeína en exceso puede justamente aumentar nuestros niveles de estrés.

No a la mudanza

Seguramente estemos ansiosas por comenzar la vida en pareja, pero organizar una mudanza la semana anterior a la boda no es buena idea. Es probable que estemos estresadas y sumamente sensibles… y como todas nuestras cosas se encuentran guardadas o en cajas, la sensación de vacío y de falta de pertenencia podría elevar nuestro nivel de angustia hasta las nubes. Conviene que intentemos tomarnos las cosas con calma, paso a paso. Ya tendremos tiempo para organizarnos una vez que pase el casamiento.