Actualmente conocemos a la homeopatía como una medicina alternativa que confía en las capacidades y habilidades que tiene el cuerpo para curarse por sí mismo. La idea principal de este método es conseguir la cura a través de la ley de los semejantes. Esto quiere decir que las bases de la homeopatía se encuentran en un principio que propone que “si una sustancia causa una enfermedad, la misma sustancia diluida cierta cantidad de veces en agua, podría curar a la persona”.

Muchas personas se acercan a consultorios homeopáticos luego de haber visitado otros profesionales de medicinas tradicionales que no han podido constatar su enfermedad a través de estudios rutinarios, por lo que entonces determinan que no hay tal enfermedad. Aquellos pacientes que perseveran y confían en que sus síntomas le están diciendo algo, llegan a la homeopatía en busca de soluciones y curas naturales.

También hay pacientes que creen en la homeopatía simplemente porque no se sienten lo suficientemente cómodos con la medicina convencional. Por el contrario, la sienten un tanto invasiva, además de costosa.

¿Cuál es la historia de la homeopatía?

Se cree que la palabra homeopatía surgió cerca del año 1800 como resultado del trabajo de un médico alemán, Samuel Hahnemann, quien decía que “la medicina tradicional causa más sufrimiento que beneficio al paciente”.

Hoy por hoy conocemos a la homeopatía como aquella fórmula médica que maneja pequeñísimas cantidades de sustancias, diluidas en agua pura. Se supone que esa misma sustancia, pero en dosis exageradas, podría llegar a generar ciertos síntomas parecidos a los de la enfermedad que se está intentando tratar.

Quienes se dedican actualmente a la homeopatía utilizan como base de su medicina el efecto memoria del agua. Se lo llama de esta manera debido a que, según este principio, si una sustancia se diluyera muchas veces en agua hasta alcanzar la solución ideal, el porcentaje de sustancia que permanecería sería tan pequeño, que prácticamente ya no existiría, simplemente se conservaría a través de la capacidad de “memoria” que posee el agua.

¿En qué consisten los tratamientos homeopáticos?

Cuando un paciente toma un turno con un médico homeópata, debe prepararse para una primera reunión de aproximadamente dos horas, en la que el profesional busca generar un cuadro detallado de la situación del paciente: qué síntomas tiene, cuándo suele enfermarse y por qué, qué medicamentos toma, qué lo angustia, entre otras preguntas.

A la hora de la preparación de un medicamento preciso y personalizado, se busca que la efectividad abarque los aspectos físico, mental y emocional del paciente. Cada individuo puede responder a los estímulos internos y externos de maneras particulares, lo que sirve de guía para una buena prescripción de los medicamentos homeopáticos.

Niños, jóvenes, adultos, ancianos y hasta animales pueden ser tratados a través de esta medicina alternativa, siempre y cuando se realicen las consultas correspondientes con los profesionales adecuados.

Para más información acerca de la homeopatía en Uruguay: Asociación de Medicina Homeopática del Uruguay.