Cuando a una le nombran a La Pedrera, seguro imagine un carnaval descontrolado y muchos jóvenes bebiendo alcohol en la noche, pero este balneario es mucho más que eso. Es una zona donde las aves de diferentes especies conviven con el mar, y el pueblo construido sobre rocas está rodeado por dos playas muy extensas.

 

El Desplayado está ubicada al este del lugar y El barco se encuentra al oeste, donde muchos practican surf, por ser la más profunda de las dos. Su nombre tiene relación con un barco que naufragó y lo que queda de su estructura yace en la arena actualmente.

 

La pedrera no solo es playa y carnaval, también es cultura. Cada verano se organiza el festival de jazz y el festival de cortometrajes de cine. Además el arte se puede ver en cualquier esquina, cada pieza de artesanía en piedra, pintura o dibujo refleja el espíritu bohemio de su gente. La variedad culinaria y sus comidas de autor cada día crecen más, junto a las propuestas de hospedaje.

 

Indudablemente es un destino para visitar en verano o invierno porque el encanto trasciende la época. Disfrutar de su estilo bohemio y tranquilo ya sea con familia o amigos es una gran idea y hacerlo en solitario con una cámara de fotos es un viaje sin igual.