Las cataratas, resultado de una erupción volcánica, se encuentran sobre el río Iguazú ubicado entre Argentina y Brasil. Consagradas entre las siete maravillas naturales del mundo, actualmente son parte de áreas protegidas en ambos países. Este es otro de los paisajes declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco que no se puede dejar de conocer.
Mediante una se adentra en la zona selvática, va escuchando el sonido de los 250 saltos de agua que tienen las cataratas, con sus 80 metros de altura. Y realmente es una maravilla que deja sin aliento a cualquier turista.

Para tener la mejor vista, la Garganta del Diablo es uno de los puntos más altos de las cataratas. Se puede llegar en tren hasta ese punto que desemboca en un mirador con pasarelas para caminar por ellas y apreciar el inmenso paisaje natural. Otra manera de vivir la experiencia de cerca, es pasear en lancha por debajo y entre las cataratas, genera mucha adrenalina y es conveniente llevar una capa si uno no pretende mojarse.

Como la zona es de selva, hay mucha fauna y flora para conocer, entre ellas el jardín de los picaflores y también varias especies de aves y plantas como el Ceibo o el Laurel.

Aunque Argentina y Brasil son los países más visitados en este paseo, existe un tercer país que completa la triple frontera en la zona cercana a las cataratas: Paraguay. En Ciudad del Este, del lado paraguayo, hay mucho consumo por estar libre de impuestos. Igualmente es más recomendable hospedarse del lado argentino, en Misiones, ya que además hay una zona de ruinas, las de San Ignacio e ir allí es una forma de conocer las misiones jesuitas en América Latina y entender más de nuestra cultura.