Berlín es una ciudad con una historia trágica que se revive en cada esquina. La capital alemana se ubica al noreste del país y es la más poblada de todas las ciudades. Más allá de los sucesos del holocausto, hoy en día es la cuna del arte, la cultura y fue elegida Ciudad Creativa por la Unesco en 2006.

Caminar por la ciudad significa ser parte de un momento de la historia del mundo que jamás se va a dejar atrás. Las plazas de Berlín, sus museos y el emblemático muro que la atraviesa, son construcciones cargadas de emoción. Entre los muchos paseos que se puede realizar, es recomendable tomar el bus Hop On Hop Off que recorre los principales puntos del la ciudad y del cual se puede descender y volver a subir con solo pagar un boleto por persona.

También es importante visitar el Memorial del holocausto, un monumento a los judíos asesinados en Europa que visualmente es muy llamativo. El muro de Berlín se ha convertido en una galería de arte al aire libre, si una lo recorre a lo largo, puede visualizar diferentes obras de artistas internacionales, muy coloridas y decorativas. Además, la isla de museos es una zona que alberga cinco museos de historia, un punto que no puede dejar de conocer cualquier turista, ya que es Patrimonio de la Humanidad.

Vale la pena armarse de coraje y salir de la ciudad para visitar un pueblo a las afueras llamado Oranienburg. Allí se encuentra el campo de concentración nazi de Sachsenhausen, construido en 1936. Su finalidad era exterminar masivamente a los judíos, homosexuales y gitanos. Conocerlo significa vivir una experiencia inolvidable. El clima que se siente es indescriptible y son lugares a los que se llega una vez en la vida porque remueven la conciencia y el estado de ánimo.

Hay otra cara de la ciudad sin embargo, que es muy interesante también: la gastronomía. Una como turista, no puede dejar Berlín sin degustar sus salchichas, estas se venden en muchas variedades en cualquier puesto callejero. Además, es ideal acompañarlas con cerveza alemana, la clásica es la cerveza rubia.

Berlín sigue innovando año a año y la ciudad presenta una fusión entre lo futurista y el pasado irremediable, por esto y mucho más hay que conocerla alguna vez en la vida.