La historia de esta pareja de compañeras de ruta ya es un clásico del cine americano. La película trata del viaje de una ama de casa sumisa junto a una soltera rebelde por las rutas de Estados Unidos.

Aunque pueda verse como un viaje del héroe frustrado, para Thelma y Louise significa una escapada de crecimiento. Sus vidas son tristes y monótonas hasta que encuentran una oportunidad que les da esperanzas de cambio.
Thelma le dice a Louise “mi marido nunca me deja hacer nada divertido, prefiere que me quede en casa mientras él hace lo que se le da la gana”. Louise le responde “recibes lo que mereces”.

Esta respuesta es una incitación al cambio. El mensaje que nos deja esta obra es el de nunca rendirnos. Thelma es reflejo de todas las mujeres que alguna vez han sido víctimas de abuso, y Louise refleja el espíritu rebelde y valiente, que toma las riendas de la vida y sale adelante en un nuevo camino que a la vez contagia esa actitud en su amiga.

Siempre hay oportunidades para mejorar y salir de una vida indeseada. Ellas eran presas de sus circunstancias por eso deciden liberarse y ser protagonistas de sus propias vidas. El final no es de fracaso porque es elegido por ambas, con total libertad, convencimiento y felicidad. El último plano en el que el auto vuela en medio del paisaje del Gran Cañón, no nos da la idea de suicidio y muerte, sino todo lo contrario, nos indica que sus almas serán libres eternamente.