Natalia es una niña que crece en Tacuarembó durante los años ochenta. Fanática de la película Flashdance y de la telenovela Cristal, su pasión es el canto y el baile. Sin embargo, las oportunidades son acotadas, por eso su desafío será salir de la ciudad.

“Nadie nos entiende en esta ciudad, tenemos que irnos a otro lugar”

Natalia se siente sola, su madre no la comprende y no se lleva bien con ninguna niña, pero tiene un buen amigo llamado Carlos. Juntos practican danza y se acompañan en un sueño que comparten. Cansados de la nada y de no ser comprendidos por su entorno, Natalia y su amigo sueñan con una vida diferente, lejos de la pequeña Tacuarembó.

La película nos habla de sueños y de qué importante pero difícil es tener esperanza a veces. Los prejuicios y miedos de la gente resentida y cruel pueden jugar muy en contra de las ilusiones de una niña, como se muestra en algunas escenas. Por eso tenemos que cuidar con quiénes compartimos nuestro tiempo y a quiénes escuchamos. El problema es que cuando una es niña, no se da cuenta de que nuestros seres queridos pueden ser nuestros mayores enemigos, porque con la intención de protegernos pueden romper nuestros sueños.

“Cuando cumpla dieciocho voy a ganar el concurso Miss Tacuarembó”

Como toda niña, a Natalia le gusta jugar y disfrazarse, y a través de la televisión desarrolla su inspiración y toda su imaginación, que serán los primeros pasos del descubrimiento de su vocación. La enseñanza que nos deja la protagonista, es que la luz es de cada una, y así como es propia, nunca debemos dejar que nadie la apague con comentarios y opiniones, ni de nuestros enemigos ni de nuestros seres más queridos.

“Si dejas que tu sueño muera, tú morirás con él”

 

Miss Tacuarembó, 2010.