En el Londres de 1910, Jane y Michael son dos niños muy escurridizos y por eso ninguna niñera ha podido permanecer en su casa. Justo antes de que la madre y el padre se frustren por completo, aparece un ser casi mágico que cambiará la forma de educar a los niños.

Mary Poppins es una mujer divertida, comprensiva y de reglas firmes. Es ideal para estos niños, que lo único que buscan es entretenimiento y cariño. Ella les enseña a respetar a la naturaleza y a descubrir todo un mundo de personajes fantásticos que los hará alucinar y a la vez crecer y aprender.

El personaje principal realza la figura de la mujer, capaz de encarar la rebeldía de los niños con pasión y entusiasmo. Muchos niños hacen travesuras y son rebeldes porque necesitan una atención que no están recibiendo, como en el caso de estos hermanos, que no eran comprendidos ni por sus padres ni por ninguna otra niñera. Mary Poppins desciende del cielo como un ángel y llega para salvar a los niños del caos total y brinda paz a la familia.

En cada tarea que hacemos hay un toque de diversión, si la encuentras, el trabajo es un juego.

La película toca el tema de la disciplina y el orden a través de mensaje positivos. Mary Poppins les enseña a los niños a encarar el orden del cuarto como un juego y a ver en cada tarea tediosa la parte divertida para que el tiempo transcurra más amenamente.

Creo en la magia.

Además, los anima a creer en la fantasía, para vivir una vida más feliz y esperanzadora.

La vida te está esperando ahí afuera.

También les da la oportunidad de hacer tareas distintas, fuera del hogar, como divertirse al aire libre y estar en la naturaleza, donde todo niño pertenece. Les presenta muchas alternativas para pasar el rato. Así deberían ser todos los educadores, seguir el ejemplo de MaryPoppins y lograr, como con Jane y Michael, niños más saludables y felices en la vida cotidiana.

Mary Poppins, 1964.