Holly y Gerry son novios desde la universidad. Tienen un vínculo único que los transforma en cómplices de humor y romance. Ella no imagina su vida sin él a su lado, pero esta le dará una sorpresa que irá de la mano de un gran desafío.

Luego de que Gerry muere por una enfermedad, Holly debe salir adelante como sea. La muerte no la deja sola sin embargo, ya que su marido le prepara una serie de cartas, que además de indicar que él siempre la amará, la ayudarán a sobrevivir.

En momentos difíciles las fuerzas surgen desde adentro, y si no surgen, siempre se puede contar con amigos, familia o algunas cartas que den aliento. Como a Holly, la muerte la dejó sin palabras propias, pero mucho para leer a través de las escrituras de su amor. Estas la hacen entender que la vida es una sola para todos.

“Sola o no, tienes que seguir adelante”

La muerte de seres amados nos permite muchas cosas, entre ellas, la posibilidad de un nuevo resurgir. Porque al igual que Holly, a veces una puede imaginar que su vida será de una forma, que no resulta por las mismas vueltas naturales que tiene, y de pronto todo se ve negro y la vida futura se imagina de la peor manera. O se puede mirar en otra dirección y ver luz al final del camino, llevando los mejores recuerdos del pasado e inspirándose en los mejores ejemplos para continuar.

“Todo ese amor que él te dio, te seguirá por siempre”

Posdata te amo, 2007.