Frida es una chica revolucionaria que lleva una vida en esa sintonía. Su característica más importante es el gusto por vivir que se ve desafiado por un accidente mortal.

 

A partir de su accidente de tránsito, ella queda inmovilizada, es en esta parte de la obra que el mensaje se vuelve fuerte: nadie puede controlar ni detener nuestros pensamientos. “Pies, ¿para qué los quiero? Tengo alas para volar”, es una de sus frases más conocidas.

 

Pueden detener nuestro caminar pero no nuestro razonar, que es lo que nos da fuerza y más vida. En ese período de reposo, Frida desarrolla su arte, que luego tendrá consecuencias en su recuperación y en el encuentro del amor.

 

 

En su papel como mujer esposa ella puede ser dulce y a la vez cruel. Esto nos revela que no hay gente buena y gente mala, sino que hay grises. Las personas pueden hacer las cosas bien y mal todo el tiempo, equivocarse en sus relaciones, caer en la tentación y volver a levantarse para comenzar de nuevo.

 

Esta película biográfica de una artista real, está acompañada de una banda sonora ganadora de premios Oscar, que ayuda al relato romántico e inspirador de la vida de una mujer apasionada, que nos estimula a buscar nuevas aventuras en todo sentido y a nunca traicionar nuestro ser.