“Érica es una mujer en etapa madura, divorciada y que lleva una vida cómoda. Tiene éxito económico gracias a que le va muy bien como escritora, conserva buenas amistades y tiene una relación muy sana con su hija, hasta que esta irrumpe con un hombre.

A partir de ese momento la existencia de Érica se convierte en un torbellino de incomodidades y emociones descontroladas. Este hombre tiene su misma edad y un sentido del humor que la cautiva. Ella se ve sorprendida por la inesperada llegada de nuevos sentimientos.

Ceder es una palabra que no es común en el título de una película romántica, pero es muy acertada a la hora de hablar sobre el amor. La pregunta típica sería: ¿Qué es el amor? Pero vale reformular y pensar en ¿qué significa amar a alguien? El amor no es sólo color de rosa, como dice el dicho, llega de muchos colores. Es asunto de cada mujer cómo gestiona esos sentimientos y cómo lleva adelante una relación de pareja. Amar significa poner al otro por encima de uno y sacrificarse, como Érica, para intentar que esa persona no sufra. A ella se la muestra descontrolada, despeinada, llorando, viviendo plenamente la llegada del amor.

El mensaje central del film es que amar de verdad implica incomodidad y también renuncia, pero de ambas partes. Alguien tiene que ceder, siempre, en cada situación que se presenta a lo largo de la relación. Balancear esto es complicado pero necesario para poder ser mejores personas y vivir plenamente el amor en pareja.”