Emmeline es una niña de clase social alta que vive con su familia en el siglo XIX. Una noche mientras viajan en un buque por el pacífico, una tormenta deja a la pequeña a la deriva junto a su primo de 11 años.

A partir de ese quiebre Emmeline debe aprender a sobrevivir sin adultos y en un hábitat diferente del que estaba acostumbrada. Ubicados en medio de una isla y rodeados de un océano que bautizan laguna azul, empiezan a desarrollar una vida pacífica y feliz.

 La laguna azul no sólo es el nombre de esta obra dramática y controvertida, sino que también es el espacio donde Emmeline se desarrolla como persona. El despertar romántico y sexual que tiene es parte de la vida humana y se muestra con mucha naturalidad a lo largo del film.

 Uno de los mensajes centrales de esta obra está relacionado con la educación en sociedad y las etiquetas que limitan a los seres humanos, y en este caso a las mujeres ¿Quién marca que dos primos no puedan llegar a sentir amor como pareja o que dos adolescentes no puedan formar una convivencia feliz con un hijo de por medio?

Emmeline se posiciona como una mujer fuerte, capaz de llevar adelante a un hijo y a un hogar sin demasiada ayuda y a pesar de su corta edad. Aprende a disfrutar de lo simple que significa una vida alejada de las etiquetas sociales. Más allá de que el film plantee una situación bastante improbable y por momentos un poco inverosímil, nos convida a reflexionar sobre cómo nuestras mentes a veces pueden estar condicionadas y que muchas veces somos nosotras las que limitamos nuestras libertades y los poderes que poseemos como seres humanos femeninos.