Un día ella se entera que ha sido seleccionada entre sus compañeras para vivir unos días en casa de un multimillonario. Este señor será su salvavidas y el responsable de que ella pueda conseguir un verdadero hogar.

Los niños muchas veces tienen la razón al estar contentos entre adultos deprimidos. Son los que mantienen la esperanza y la frescura de un hogar. Y Annie representa la fuerza del suyo.

La película nos habla de una niña alegre, soñadora y esperanzada que vive en medio de un contexto triste y oscuro. Por eso nos damos cuenta de qué importante es tener fe y soñar con que la realidad siempre pueda cambiar. Que de lo malo se pasa a lo bueno muchas veces. Qué fundamental es no contagiarse de las malas influencias y energías que pueden rodearnos y el truco de Annie es mirar hacia adelante soñando con un mejor porvenir que en definitiva siempre puede ser real.

Annie nos demuestra que aunque el hoy sea oscuro, siempre habrá un mañana, un nuevo día donde todo puede resolverse porque siempre sale el sol y depende de cada una apreciarlo.

Annie, 1982.