Amy y Nick son una pareja joven que, con intenciones honestas, se mudan a la tranquila ciudad americana de Missouri. Todo transcurre con normalidad hasta el día de su quinto aniversario, cuando la desaparición repentina de ella llevará a Nick a cuestionarse y reflexionar sobre su vida de pareja.

“Nos tenemos el uno al otro, todo lo demás es ruido de fondo”
Durante la película podemos ir descubriendo que en la vida de pareja de Amy nada es lo que parecía. Este hecho nos traslada a nuestra propia vida como mujeres, si estamos o estuvimos en pareja. Aquellos momentos cuando pensamos que nuestras parejas son nuestro mayor sostén y que nada sería lo mismo sin ellas, ¿lo sentimos de verdad o es solo un pensamiento tendencioso?

“Todo el mundo nos dijo una y otra vez que el matrimonio es un trabajo duro”
En la vida parece que todo lleva esfuerzo y trabajo, pero se supone que el amor fluye y hace todo más agradable. Cuando un matrimonio como el de Amy lleva varios años, el amor puede comenzar a desvanecerse, entonces parecería que solo queda la lucha diaria. La policía investiga y sospecha que Nick pueda ser un asesino, aunque no es fácil probarlo. La película nos presenta un tema muy abarcado en el cine: la crisis matrimonial, aunque con una perspectiva distinta y un tanto oscura esta vez, que nos lleva a pensar hasta qué punto llega el amor y cuándo es que empieza el resentimiento.
“Cuando dos personas se quieren y no pueden seguir adelante, esa es la verdadera tragedia”

Como en las mejores tragedias de Shakespeare, en las que el mensaje está relacionado con el ser humano y como este es desdichado a causa de sus propios errores, esta obra audiovisual americana nos demuestra lo mismo. Porque el ser humano sigue siendo igual, porque pasa el tiempo y cometemos los mismos aciertos, desaciertos, experimentamos las mismas desgracias, emociones y esperamos siempre el eterno cambio como una forma de redención.

Gone girl, 2014.