“Para progresar las mujeres tienen que tener fe en sí mismas, no es necesario nada más. Yo tengo 28 años y trabajaba en un call center. Ahora estoy en seguro de desempleo, pero hago brushing progresivo, porque hice un curso de peluquería, y con eso me voy manejando.

 

Además, ahora en febrero empecé un curso de repostería, porque siempre me gustó la gastronomía y son un éxito mis tortas de chocolate. Después de hacer este curso me gustaría conseguir un buen empleo que esté relacionado.

 

Ser mujer es difícil, pero es lindo. Sufrimos muchos dolores en el parto. Yo tengo un hijo que pesó 4 kilos y midió 51 cm, era enorme.  Estuve tres días en preparto y la recuperación de la cesárea fue dolorosa, pero a su vez mi hijo Mateo fue lo más lindo que me pasó en la vida.

 

Soy feliz cuando lo veo disfrutar de todo lo que hace, es un niño muy atento, me hace muchas preguntas y es muy inteligente. Incluso, me ha enseñado a tener paciencia.”