“Hace 3 años y medio que estoy en Uruguay. En Perú era muy trabajadora, pero la economía es muy baja y tuve que irme de mi país para poder salir adelante con mis 2 hijas. Una tiene 18 y otra, 8. Ellas viven en Perú aún, pero no les falta nada, porque yo estoy trabajando y, por suerte, mucho.

Me gusta Uruguay, es un país muy avanzado, hay muchas leyes que son buenas para las mujeres y también hay beneficios. Algún día quisiera estar acá con las nenas, es mi aspiración.

De chica yo quería estudiar: quería ser obstetra, como mi tío, pero es algo que no pudo ser. Mis hijas, por suerte, sí estudian.

A lo que más me costó adaptarme cuando llegué a Uruguay fue al estilo de vida, a las costumbres… son muy diferentes. Las comidas, el frío… yo soy chiclayana, del norte de Perú, allá hace mucho calor y el frío de acá me impactó.

Extraño el arroz, el cabrito y el ceviche.”