“Uno de los momentos más desafiantes de mi vida fue cuando falleció mi padre. Tuve que tener mucha fuerza de voluntad porque, cuando falta una parte tan importante de la familia, alguien tiene que encargarse de sacar adelante a los demás. Y yo sentí que ese era mi rol. Es un desafío grande, que cuesta y cansa, pero alguien tiene que hacerlo.

A mi madre y a mi abuela -la madre de mi padre-, les costó muchísimo. Yo me hice la fuerte y traté de mostrarle a mi familia todo lo que todavía teníamos para que pudiéramos concentrarnos en eso y no en lo que faltaba. Mi padre nos dejó una educación en valores y un ejemplo de mucha fuerza, y creo que hay que poder conectar con eso. Es muy importante tratar de ver el vaso mitad lleno y no mitad vacío, valorar lo que uno tiene y no lo que falta.”

 

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