confesiones
Mujeres de Montevideo: Mercedes
29 Mar 2018
“El 2017 no fue un buen año para mí. Ese junio me caí en mi casa y me quebré la cadera. El dolor fue único, jamás había sentido algo igual. Con 85 años estaba convencida de que no habría vuelta atrás, que no iba a volver a caminar.
Las primeras semanas fueron un infierno, no sabía qué más hacer, entre las molestias y la falta de acción. Por suerte mi hija encontró a una mujer que me acompaña y me cuida. Con ella juego a las cartas, converso, miramos televisión, indirectamente su compañía me dio esperanzas. Todos los días me decía que tenía que tratar de pararme y hacer los ejercicios que me mandaba el médico.
Como yo estaba más contenta, sentí más fuerza y ganas de probar. Todas las mañanas me esforzaba un poco más. Hasta que me paré. De ahí en más me volví a sentir yo misma, me volvió el alma al cuerpo. Casi un año después ella sigue conmigo de la misma forma y yo camino para todos lados, con andador.”