“Tener mellizas para mí es un regalo de la vida. Educar a dos personas de la misma edad, que viven las mismas etapas a la vez es increíble y ver la relación entre ellas me encanta. Juegan, se buscan, se pelean cada tanto, se divierten mucho. La gente a veces hace comentarios que te dejan desconcertada, pero tener dos hijas al mismo tiempo es increíble para mí y el embarazo fue muy muy lindo. Tuve la suerte de que ambas nacieron sanas.

Ellas ya tienen 3 años. Hasta ahora nos arreglamos bastante bien. Fuimos muy organizados en sus comidas, mudas y siestas. Creo que tener una estructura es básico para poder llevarlo bien y disfrutarlo. Los niños se acostumbran y los padres tienen tiempos en pareja.

Hace unos meses tuve mi tercer hijo, que vino sólo y fue diferente. Con las mellizas estás constantemente dividiéndote, pero te dan doble amor. Luego de una experiencia así me resulta mucho más simple este nuevo desafío.

Ahora que soy madre me doy cuenta que criarse en el interior, en una ciudad como Tacuarembó donde yo fui criada, tiene la ventaja de la seguridad y de la tranquilidad, todo es más cerca y no existe el tránsito de autos de acá. Me encantaría que mis hijos pudieran andar libremente en bicicleta, que hoy por hoy en Montevideo es prácticamente imposible. Igualmente es una ciudad con muchas oportunidades en todo sentido.”