confesiones
Mujeres de Montevideo: María Elena
19 Aug 2016
“Yo nací en Bella Unión, en la triple frontera con Brasil y Argentina, y viví ahí hasta los 14 años. Mi sueño era estudiar una carrera universitaria, que en ese momento era Derecho. Pero mi padre era ferroviario y la posibilidad de venir a estudiar era muy lejana. Justo en ese momento trasladaron a la madre de una amiga mía, que era jueza, de Bella Unión a Lavalleja. Su familia tenía un apartamento en Montevideo y surgió la oportunidad venir con mi amiga a vivir acá solas y estudiar. Esto fue en el año 79 y ella tenía 14 años y yo 15.
Cuando íbamos al liceo todos soñaban con hacerse la rabona y nosotras, teniendo toda la libertad del mundo, no lo hacíamos. ¡No teníamos a quién engañar! Esa experiencia me marcó mucho, porque nos hizo madurar muy rápidamente. Me acuerdo que nuestros padres nos daban plata para el boleto del ómnibus y nosotras caminábamos de arriba para abajo para ahorrar y poder comprarnos ropa.
Cuando terminamos el liceo mi amiga, Laura, hizo profesorado de Filosofía. Yo hice cuatro años de Derecho y en un momento me di cuenta de que no era lo mío. Me cambié de carrera y empecé Bibliotecología.
¡Siempre me gustó mucho la lectura! Cuando era chica no tenía biblioteca en mi casa y en Bella Unión tampoco había bibliotecas ni librería. Me acuerdo que, cuando se compraba un libro, hacíamos cola para leer porque éramos 7 hermanos y a todos nos gustaba leer. Cada tanto mi madre iba a Salto y traía un libro, que primero lo leía ella, y después el que se portaba mejor y así sucesivamente. Ya en Montevideo empecé a ir a la Biblioteca Nacional y ahí descubrí una maravilla.
Me gusta muchísimo la poesía. Idea Vilariño me fascina porque siento que su poesía representa muy bien las diferentes etapas por las que pasa una mujer a lo largo de su vida. ¡Me identifico con muchas de sus poesías!
Como bibliotecóloga quizá no cambiás el mundo, pero vas cambiando realidades de a una persona. Porque no es solamente prestar un libro, brindar un servicio o una información, sino que de da algo social también. Por ejemplo, acá vienen muchas personas del exterior que están buscando trabajo y les recomiendo puestos de trabajo, los ayudo a imprimir un currículum o les hago una fotocopia de la cédula y esas cosas. ¡Eso me gusta mucho! Dar una mano cuando puedo…
En el CCE (Centro Cultural de España) también tratamos de tender redes con otras bibliotecas y de apoyar el Plan Nacional de Lectura, que todavía no existe. Y, además de nuestro servicio de Mediateca, organizamos talleres en el interior del país con contrapartes locales.”
¡Gracias por compartir tu historia con nosotras, María Elena!
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