confesiones
Mujeres de Montevideo: María del Carmen
15 Aug 2020
“Cuando conocí a mi primer novio a los 21 años sentí una felicidad inmensa. Estuvimos juntos un tiempo bastante largo de mi vida y después nos separamos. Ese mismo año falleció mi padre, acá en la rambla pescando. Fue trágico porque era joven y murió de un infarto. Para mí fue muy fuerte porque quedé sin respaldo. Por suerte la gente que me rodeaba me dio mucho apoyo.
En mi época era todo muy difícil para la mujer y yo tenía la censura de mi padre que era alemán. Ahora es mucho más fácil y estoy de acuerdo con la vida ahora. No estoy de acuerdo con lo que viví yo. Todo estaba mal en aquella época, todo era malo. Tener un novio era malo. Y ahora esa libertad que tienen, no es que la envidie, pero me gustaría vivir en esta época.
Como soy alta y como decían que tenía lindas piernas, usaba minifaldas. Y hasta eso era un problema. Fue mucha la lucha. Ahora la lucha de los mujeres continúa, pero la lucha de mi generación y en mi hogar, era terrible. Las venidas tarde, todo. Me sentí muy vigilada, muy controlada, todo el tiempo. ‘Vení a tal hora, no demores, hablar en la puerta con el novio está mal…’. En fin, todo estaba mal.
Yo voy a cumplir 74 años el martes, es tanta la diferencia. Admiro la libertad que hay hoy en día, la juventud… añoro todo eso que yo no pude vivir. Lo único que sí veo es que las parejas empiezan a convivir desde muy temprano. Hay una falta de compromiso muy grande de ambos lados, y encontrar el que realmente sea todo para vos es importante. Si no es, no es. Si no es compañero para todo, para lo bueno y lo malo, entonces no. Hay veces que por el hecho de no estar sola, conocés a alguien y lo ves divino. Pero, ¿realmente será?
A esta altura soy muy independiente. Soy sola y mi alma. Me voy de viaje de acá para allá y no le tengo que dar explicaciones a nadie. Ni de lo que gasté, ni de nada. Esa independencia es muy linda también. Yo soy jubilada de Salud Pública. Mis amigas me preguntan, ‘con quién vas?’ y les digo: conmigo. Me voy al interior, a la Argentina… Estoy acostumbrada a estar sola y lo disfruto mucho.
Yo leí un escrito de un veterano que decía que ésta es la etapa más linda para el amor. Porque la mujer ya no se fija si su compañero le dice continuamente que está linda. Ya está, ella ya se acepta como es y él no va a mentir ni la va a halagar porque sí. La mujer no puede estar siempre impecable a esta altura, porque los años se te vienen, quieras o no. Todas te dicen ‘estás espléndida’, pero las arrugas están igual.
No soy de quedarme en mi casa tejiendo y leyendo. No, no es para mí. Hice curso de tejido, de crochet, de todo. Pero eso es para viejas. Yo estoy haciendo un taller de teatro en Secom y me encanta. Me encanta representar un personaje. Estoy estudiando aunque ya sé que no voy a ser nunca actriz ni nada. Me encanta ponerme poner en el papel de otra persona y también me encanta recitar poesía. Estudié de chica, entonces en las reuniones a veces sale. Como todos los jubilados tenemos una materia pendiente, aprovechamos a estudiar, aprender… Y eso es lo que hago yo.”