“Hace diez años una amiga me regaló una estampita de la Virgen de Medjugorje en la que dice que le entregues todos tus problemas que Ella los va a resolver.

 

Siempre fui católica y tuve fe, pero la estampita en ese momento de mi vida me dio más fuerza. Quería peregrinar a Medjugorje, donde hay apariciones de la Virgen hace más de treinta años. Es un pueblo pequeño en Bosnia, que tiene un cerro donde suben muchos peregrinos, algunos videntes y la Virgen comunica mensajes.

 

Comencé con peregrinaciones a Salta en Argentina y finalmente logré el sueño de peregrinar a Medjugorje. En el camino de ese viaje también visitamos Lourdes en Francia y Santiago de Compostela en España, lugares relacionados con la fe católica.

 

Es impresionante la sanación espiritual que genera este estilo de viajes, hace muy bien al alma. Mi desafío en esta vida es cuidar a mi familia, ser madre presente, seguir creciendo en la fe y mejorar como persona día a día.”