“Una de las experiencias que más me marcó fue tener un tumor en una mama a los veinte años. Estuvo complicado y era una edad difícil, pero fue algo que me sirvió para cambiar totalmente de mentalidad. Antes me enojaba por todo, nunca me gustaba nada, básicamente era muy amargada para la edad que tenía. ¡Y ahora soy todo lo contrario!

Pensar que al día siguiente podía no estar me hizo cuestionarme muchas cosas y me di cuenta de todo lo que no valoraba: mi familia, mis amigos, todo. El tiempo es una de las cosas que más aprendí a valorar, el aprovechar cada momento que tenés en la vida.

Cuando surgen desafíos así, para mí es clave encontrar una motivación en algo, ¡sea lo que sea! Puede ser hacer algo que te gusta, acercarte a la gente que querés, lo que sea. A mí me gusta mucho trabajar. Ahora tengo dos trabajos: uno como administrativa y otro limpiando. También me encanta pasar tiempo con mis amigas: compartir lo lindo y lo feo, divertirnos y acompañarnos en los malos momentos también.”

 

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