“Cuando viajé a San Francisco, fui a estudiar fotografía en una escuela de arte. Ya era licenciada en diseño. Luego estuve en Chile trabajando en un estudio en el área de diseño de interiores, específicamente para el diseño de showrooms para edificios.

Cuando volví a Montevideo decidí seguir con ambas disciplinas de manera independiente. Cuesta, porque cuando volví tenía la posibilidad de retomar un trabajo en un estudio donde me había desempeñado antes, y me lo super cuestione, porque no es fácil vivir de un emprendimiento que no tenga ganancias fijas. Finalmente me animé a emprender, esa fuerza me la dio el vivir afuera, conocí gente muy audaz y pensé que era el momento justo, en el año 2013.

Ahora en mi estudio trabajo con varios proveedores, carpinteros y tapiceros.

He hecho y reformado restoranes, casas, dormitorios, baños, entre otros proyectos. La gente no está acostumbrada a llamar a un diseñador, pero cuando ven que los gastos están bien invertidos, porque no hay equivocaciones, quedan contentos y seguimos trabajando. En general nos adaptamos y acompañamos el gusto del cliente y además lo asesoramos.

Hay uno de mis clientes que nos da mucha libertad al momento de trabajar porque tiene mucha confianza en nosotros. Además, mucha gente viene con ideas de Pinterest, las adapto al contexto y los voy llevando a que sea algo lindo pero funcional.

Paralelamente tomo fotografías de los proyectos en los que estoy, muchas veces para que les sirvan a los clientes. También tomo fotografías de familias y recién nacidos porque es otra pasión, empecé de a poco, sacándole a mis amigas y ahora me llegan los clientes por recomendación.

Creo que está bueno que las mujeres intenten iniciar sus proyectos, porque nos metieron el chip de trabajar en una oficina ocho horas y que nos paguen pero hay que animarse.

Mis cuentas de Instagram son @nanaiphotography y @estudio1601″.