confesiones

MUJERES DE MONTEVIDEO: LAURA

11 Jan 2019

“Debido a que tuve que quedarme quieta mucho tiempo dentro de mi casa, no podía hacer muchas actividades, empecé a tejer. Estaba reformando la barbacoa y había una pared libre y pensé en hacer un tapiz de macramé porque siempre me gustó esa técnica. Mi abuela me la había enseñado, pero nunca había hecho nada de eso.

Empecé a hacer el tapiz y quedó muy bien. A mis amigas les encantó y me empezaron a encargar. Después de que había llenado toda mi casa con esta decoración y cuando todas mis amigas ya tenían uno hecho por mí, mi hijo me recomendó crear una página. No estaba convencida al principio, pero él me convenció y la armó. A los dos meses teníamos muchísimos seguidores. Así iniciamos.

Creamos una empresa familiar, que empezó hace un par de años, se llama @nudomacramestudio. Mi hija y yo somos las artesanas y mi hijo maneja la comunicación en redes sociales. El macramé es un arte milenario. Realizamos objetos decorativos a base de nudos hechos a mano. Usamos fibras naturales y algunas las teñimos de manera natural también.

Está muy de moda ahora, más que nada en algunas partes de Estados Unidos, además se está viendo que al uruguayo también le está gustando.

Como es de tonos claros, algunos lo asocian a la playa y al verano, y yo creo que un tapiz de estos queda divino sobre una estufa a leñas en cualquier hogar. Es muy versátil. Se adapta a todos los estilos.

Nosotros queremos seguir con esto, estamos apostando al arte textil y podemos hacer infinidad de cosas, pero queremos llegar a algo más grande. En vidrieras, por ejemplo de hoteles y tiendas.

Una de las ventas más especiales que tuve fue a una joven de San Francisco. Realicé el tapiz en dos colores y me llevó mucho trabajo teñirlo porque era sumamente grande. Disfruté mucho todo el proceso, pero el tema fue en el momento del envío. Vimos que era tan grande que para exportar era complicado porque llevaba además una rama de árbol para colgarlo que era también costoso de exportar, y el precio iba a ser demasiado alto. Era más caro el envió que lo que valía el tapiz. Entonces lo desarmé y lo envié en piezas, sin el palo de madera y ella se encargó de armarlo allá. Fue muy conversado todo el proceso con la clienta, ella quedó feliz y gracias a esta experiencia tuve muchas más ventas”.