“Tengo un hermano chico con el que nos llevamos muy bien. Nuestros padres nos decían que teníamos que ser amigos, porque éramos lo único que siempre íbamos a tener: el uno al otro.

Un episodio muy difícil en mi vida fue cuando tenía 16 años y mis padres se divorciaron. Fue algo que ni mi hermano ni yo nos vimos venir, por eso fue muy duro. Se dio todo en buenos términos, pero igual, cuando estás acostumbrada a ciertas cosas y de pronto todo cambia, es difícil… con el tiempo uno entiende.

Ahora estudio administración y trabajo en la Intendencia. Voy bien con la carrera, me gustaría poder terminarla y viajar. De chica quería ser maestra y antes de empezar administración estaba en duda, pero hice un curso en UTU, me gustó y ahora voy a la UDELAR.”