confesiones

Mujeres de Montevideo: Cecilia

19 Oct 2018

“Trabajo junto a mi papá y hermanos en un emprendimiento familiar en el rubro de la construcción. Como soy Licenciada en Comunicación Social, me encargo de la imagen de la empresa, pero también soy la cabeza de la oficina administrativa. La construcción es un rubro en el que, por su historia y características, siempre predominaron los hombres en los distintos escalafones. Incluso ningún título profesional te otorga el respeto que una mujer se merece dentro del sector, ya que estamos bastante desestimadas. De todos modos, cada vez son más las mujeres que trabajan en el rubro y de a poco el sector se va acostumbrando a la idea de la presencia de la mujer.

Además de mi trabajo, tengo una pasión, me gusta mucho la fotografía. Solía tener muchos sueños al dormir y cuando despertaba lo único que recordaba eran imágenes. Crecí viendo fotografías artísticas que hacía mi papá de la familia, de su trabajo en las obras de construcción y de las actividades del club al que pertenece. Siempre sentí mucha curiosidad y podría decir que mi memoria se debe prácticamente a la memoria visual. Pese a que me gusta la música y toco el piano, soy un desastre con la memoria auditiva. A los 7 años tuve mi primera cámara analógica. En aquella época eran de rollo. Me acuerdo que el diseño era de Barbie y yo feliz andaba por todos lados sacando fotos. Recuerdo que ese año fuimos a las termas de vacaciones y se rompió la cámara réflex de mi papá y con mis fotos salvé el recuerdo de esas vacaciones. A los 12 años me regalaron una cámara digital. Allí comencé a entender que todo mi mundo se podía representar en imágenes. Y comencé a soñar con ser fotógrafa. Finalmente, cuando cumplí 18 años me regalaron mi primera cámara réflex digital y ahí fue la perdición. Comencé a hacer varios cursos experimentales con modalidad de taller y a capacitarme de manera más profesional. Desde entonces siempre trato de mantenerme informada y de descubrir nuevas formas de tomar una fotografía.

Para lograr una buena fotografía hay que tener en cuenta que no es imprescindible contar con una buena cámara. De todos modos, es importante saber qué pretendemos lograr con esa fotografía. Cuanto más conozcamos sobre aquello que colocamos delante de la cámara, sea una persona o un paisaje, mejores resultados obtendremos. Pese a que desde hace varios años tomo fotografías aún no tengo un estilo definido, pues me gusta mucho experimentar y siempre que recibí propuestas dije que sí porque las tomo como un nuevo desafío personal. Cuando alguien me pregunta si le temo a algo, mi única respuesta es al olvido. Conocí varias personas que padecían Alzheimer y demencia senil, y siento que no debe haber algo más doloroso para un hijo que no ser reconocido por su padre.

Nuestra vida está hecha de momentos, algunos lindos y otros no tantos. Son esos momentos los que marcan nuestra historia y permanecen en el recuerdo. Mi objetivo como fotógrafa siempre fue, es, y será inmortalizar esos momentos, para que jamás pasen al olvido.”