“Tengo 28 años y en ese tiempo he hecho muchas cosas, y todas han salido de mi ingenio y de mi corazón. Creo que nace en mí algo que después veo que funciona. Por eso me considero innovadora, porque lo hago sin darme cuenta.

Cuando era más chica vivía en La Paloma y tenía un ropero grande. Un día me paré frente a mi ropero y se me ocurrió hacer una feria americana. Al tiempo eso se transformó en un garage de outlet, cuando nadie hacía ferias americanas. Luego se pusieron de moda, pero yo dejé de hacerlo.

Considero que soy muy buena con las manos, con una cartulina puedo armar un cumpleaños. Cuando tuve un hijo le decoré su cumpleaños y a la gente le gustó y por eso empecé a decorar cumpleaños, también cuando nadie lo hacía.

Luego me fui a Paraguay y viví tres años allá. Las mujeres paraguayas son muy diferentes, en ideologías y culturalmente, su aspecto físico está como de lado y como estudié estilismo y maquillaje, emprendí el cambio de look. Cambiaba el aspecto de las mujeres, desde el pelo a pestañas y uñas.

Al volver a mi país, conocí en mi trabajo de temporada a quien es mi actual pareja. Él hacía zapatos de cuero. Pero su modelo era tradicional y a mí me gustan los zuecos, entonces inventé las formas y materiales y tengo una línea de zuecos propia. Se llama A donde te lleven.”