“Rooster significa gallo en inglés, así nombramos a la marca de vermut que generé junto a mi socio Pablo Bianchi este año. Se trata de un vermut artesanal, pensado para reivindicar el consumo de aperitivos. El nombre es un guiño a la cocktelería, porque la palabra cocktail hace referencia a la cola de gallo, en realidad hay varias teorías de donde viene la palabra, pero esa es una de ellas.

Me desempeño con bebidas alcohólicas desde hace diez años. Comencé siendo bartender, después moza y siempre en bares, restoranes y bodegas. Hace tres años hice un curso de sommelier para enfocarme más.

Para nosotros emprender no fue muy complicado, aunque muchas veces exista la traba de lo económico. Somos nosotros dos y vamos haciendo lo que podemos. Emprendemos en este rubro porque nos gusta y no como salida económica principal. Nuestro objetivo es que se genere esa cultura del aperitivo con el vermut. La idea es que se tome solo, respetando el producto, aunque también se pueda tomar con sodas.

Me acuerdo que la organización del lanzamiento de la marca fue tan artesanal, que fuimos a buscar unos vasos que alquilamos y los llevé caminando durante diez cuadras, es un ejemplo de cosas que a veces hay que hacer a pulmón”.