Por su composición, la manteca de karité tiene varias propiedades que la convierten en un ingrediente activo muy interesante para uso cosmético. Originaria de África, la pasta de karité (que significa árbol de mantequilla), cuando está lista, tiene un color blanquecino cremoso y un característico olor a nuez suave.

 

En su forma de producto de belleza, está principalmente indicado para mantener la hidratación de la piel y el cabello, evitando la apariencia seca. Debido a la presencia de fitoesteroles, la manteca de karité actúa como protector solar natural y ayuda a proteger la piel y el cabello de las radiaciones ultravioleta.

 

La planta también se puede utilizar para mejorar el efecto de los filtros solares disponibles en el mercado farmacéutico. Otra de sus acciones es proteger la piel de las agresiones externas: frío, viento y agua de mar o de piscina (cloro).

 

En los cabellos secos, débiles o quebradizos, la manteca de karité es un eficaz revitalizante que aporta brillo, flexibilidad y suavidad, además de protegerlo de las radiaciones solares.

 

Más bonita con manteca de karité

 

El karité es un excelente protector y, al igual que otras mantequillas vegetales, tiene una acción protectora sobre la piel y el cabello frente a la sequedad. El proceso se produce por la gran cantidad de ácidos grasos (que retienen la humedad), que aportan hidratación y mejoran la elasticidad de la piel.

 

La planta tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias – calma la piel inflamada – se puede usar después del afeitado con navaja o cera. Para los hombres también es un excelente aftershave natural.

 

 

Otras propiedades de la planta son:

 

Previene cicatrices;

Minimiza las imperfecciones del acné;

Suaviza las arrugas;

Ayuda en el tratamiento de quemaduras, heridas, cicatrices, dermatitis, psoriasis y estrías.

 

Cómo usar manteca de karité

 

El mercado ofrece numerosos cosméticos que utilizan esta materia prima como base, pero también es posible comprarlos frescos. En este caso debes tener cuidado si es 100% puro. Aunque no tiene contraindicaciones y, en general, no provoca alergias, lo ideal es que siempre seas instruido por un profesional capacitado para utilizarlo correctamente.

 

Para hidratar y suavizar la piel, coloque una pequeña cantidad de manteca de karité en la palma de su mano, frote con los dedos, aplica directamente sobre la piel, masajeando suavemente.

 

Otro consejo es mezclarlo con la crema hidratante corporal. Basta con derretirlo al baño María, nunca en el microondas, ya que sube mucho la temperatura y se pierden sus propiedades.

 

 

Manteca de karité en el cabello

 

La acción antioxidante de la manteca de karité elimina las células muertas y actúa como purificante. Su propiedad humectante ayuda en la absorción y retención de la humedad y proporciona hidratación. Contribuye a suavizar el cuero cabelludo mientras cicatriza, apoyando el tratamiento contra la caspa y la seborrea.

 

Además, la manteca de karité tiene el poder de activar la circulación, es decir, ayuda en el crecimiento del cabello. Es compatible con cualquier tipo de cabello y sirve como protector térmico incluso cuando se utilizan planchitas o secadores.