“Los nacimientos de mis dos hijos fueron momentos muy felices. No hay palabras para describir lo que uno siente. Cambia todo en la vida, ¡todo se llena de emoción! Para mí era muy importante que fueran personas sensibles porque considero que una persona sensible siempre encuentra la forma de compatibilizar con otras personas y situaciones.

Es muy difícil enseñarle a alguien a ser sensible, creo que una persona lo es o no lo es. Yo soy pintora y con eso te digo todo: ¡soy sensible y muy romántica! Creo que no he pintando nunca un paisaje urbano, siempre pinto la naturaleza. Montes, piedras, montañas, vegetación, el mar, ¡todo eso me gusta! Generalmente tomo una fotografía y luego pinto en el taller.

Empecé a pintar cuando tenía trece años y lo que más disfruto es el acto en sí. Cuando empiezo a dar una pincelada me olvido del mundo hasta la última pincelada. Yo estuve casada dos veces y desgraciadamente enviudé las dos veces. Cuesta mucho pero no te puedes sentar a pensar en tu desgracia, hay que ocupar la mente hasta que el tiempo solo te va sanando. En ese sentido la pintura me ha ayudado mucho.”