El martes 7 de mayo se perfeccionó la Luna nueva en Tauro. Esta fue una semilla que a nivel sutil fue brotando hasta florecer el viernes 15 de noviembre con la luna llena en Tauro. Además, estamos sintiendo el despertar del periodo de retrogradación de Saturno en Piscis y los últimos suspiros de Plutón en Capricornio, energías que intensifican el proceso de transformación y revelación.

 

La influencia de esta Luna llena en Tauro se extiende hasta el 1 de diciembre, cuando la Luna nueva en Sagitario abra un nuevo ciclo. Durante este tiempo, se nos convoca a una profunda reflexión sobre cuán coherentes estamos siendo entre nuestras formas de pensar, sentir y actuar. Hay una estructura de nuestra personalidad que se está desmoronando para que emerja un aspecto más auténtico de nosotros/as. Esto implica tener la valentía de ampliar un apego psíquico que se quiere quedar en una antigua zona segura pero que busca expandirse a través de una profunda revisión y conexión interior.

 

 

Es un tiempo que nos invita a pausarnos y reflexionar en torno a nuestra forma de materializar y construir en el mundo, tanto a nivel personal como vincular (en relación a otros/as). Es un momento importante para re-conectar con los deseos más íntimos y genuinos, para arraigarnos en la aceptación de quién somos y, desde el amor a nuestra propia raíz interior y voluntad, ir creando un camino que dé paz y armonía al presente.

 

En resumen, del 15 de noviembre al 1 de diciembre, el cielo nos muestra la importancia de avanzar con calma, aunque en el exterior los cambios se sientan intensos y acelerados. Este periodo nos invita a prestar atención a esa voz interna que susurra desde lo más profundo, guiándonos hacia una manera de vivir más coherente con la persona que somos hoy.

 

Que sea una armónica y amorosa lunación.

 

Valentina

@elcantoastral