Como ya hemos hablado en otras ocasiones, toda Luna llena es la germinación de la luna nueva en el signo en cuestión. Es decir, la Luna llena en Sagitario que fue este sábado 3 de junio, es el clímax de lo que comenzó con la Luna nueva en este signo, que fue el 23 de noviembre de 2022. Hasta el 18 de junio, que es lo que dura el influjo de esta Luna, estaremos observando cómo esta energía nos está invitando a cambiar de percepción desde el interior de nosotras/os.

 

La astrología es un instrumento caído del cielo que nos permite orientarnos en nuestros procesos internos psíquicos. Como una brújula, nos permite situarnos en los movimientos orgánicos e inconscientes que vamos transitando en esta vida terrenal.

 

En esta lunación hay un énfasis puesto en la liberación de patrones inconscientes antiguos ligados a nuestra valoración personal.

 

Nuestra psique humana no nace en blanco, sino que conlleva información de nuestro ADN biológico como también de experiencias de nuestra alma anteriores. Bajo esta lunación, se nos está mostrando y pidiendo liberación de tres conceptos que son claves: valoración, autenticidad y expresión.

 

A nivel transgeneracional, llevamos el dolor de escondernos, taparnos e invisibilizarnos por el miedo al juicio social. Encajar en los estatutos sociales es una llaga que a muchas familias les pesa, sobre todo porque hubo -y siguen habiendo- tiempos donde hablar desde la disidencia conllevaba la muerte.

 

Sin embargo, el universo se expande y nosotras/os también y aquí va lo medular de esta Luna llena que nos dice: La percepción interna de nuestro Valor tiñe el sentido del vínculo que tenemos con todo lo demás (pareja, familia, dinero y la vida en general).

 

Estamos en un proceso donde es vital transparentar el vínculo que tenemos con nuestro valor que está teñido por memorias del pasado. Aquí implica ir a la desnudez de la relación que tenemos con nosotras mismas para desde ahí resignificar nuestro Valor. Ir a escudriñar a esos dolores anclados desde la memoria infantil es vital para emanciparnos desde una nueva posición con mayor integridad y confianza interna.

 

Júpiter es el regente de esta lunación y en estos momentos se encuentra en Tauro de la mano del nodo Norte. El dios del Olimpo en la mitología nos está invitando a reinar sobre nuestro propio cuerpo/templo, a aprender a no sobre identificarnos con lo que nuestra mente racional desde el automático piensa. Es observar a la observadora desde una mirada amorosa y comprensiva reconociendo que nuestro valor está en un proceso de transformación importante y que lo que pensamos del mundo externo o lo que pensamos que el otro piensa de nosotras, está mermado por nuestra propia historia.

 

 

No somos un ente separado de todo lo demás, nuestro vínculo interno es reflejo del diálogo que tenemos con el Todo. El universo nos atraviesa y dialoga con nuestro campo interior vibratorio… nuestra única “libertad” está desde dónde nos estamos posicionando, pero para vivir esa libertad primero debemos transparentar, limpiar y desahogar nuestras propias heridas y rencores.

 

Todo lo que se reprime, crece hasta que explota -descontrol o enfermedad-.

 

Observemos cómo la interpretación de nuestra historia ligada a nuestro valor requiere de un ajuste para pasar de niñas/os a personas adultas capaces de mirar con mayor visión y confianza y así abrir nuevos horizontes y dejar de repetir lo mismo.

 

Muchas veces, necesitamos a otra persona que nos ayude a ver nuestros puntos ciegos. Sagitario tiene que ver con el vínculo maestra/o – aprendiz. Si necesitas ayuda, ten confianza que la vida te pondrá esa ayuda en el camino. Atenta/o a las señales de la vida.

 

Por último, recuerda que tenemos un video sobre el arquetipo de Sagitario y otro de Géminis, que están perfectos para complementar esta información.

 

Un abrazo,

 

Valentina @elcantoastral