Hace ya un tiempo que se instaló la tendencia consumir alimentos orgánicos y esto nos incentiva a ser más conscientes a la hora de comprar e ingerir productos, buscando que sean lo más naturales posible. Cuanto más natural sea el alimento, más saludable es.

 

Para que un alimento sea considerado orgánico debe de tener una certificación que avala la menor intervención posible de la mano del hombre y nos asegura un proceso natural de cosecha. Los alimentos orgánicos no son sólo aquellos que no tengan pesticidas ni modificaciones genéticas, sino también aquella fruta, verdura o grano que tenga todos los nutrientes que debe de tener por ser cultivado en suelos ricos.

 

Sin embargo, los productos de origen animal también pueden ser orgánicos. Por ejemplo, los lácteos orgánicos son producidos a partir de vacas que están libres de hormonas y antibióticos. El objetivo de estos productos es eliminar las sustancias tóxicas de nuestros cuerpos, ya que éstas se almacenan y se transforman en deshechos tóxicos.

 

 

¿Cuáles son las desventajas de los alimentos orgánicos? Sus elevados precios y la poca duración en la heladera…

 

Nuestra recomendación es efectivamente comprarlos cuando se vayan a consumir y evitar hacer un gran surtido, porque se echarán a perder.

 

De todas formas, creemos que incorporar poco a poco alimentos orgánicos a nuestra dieta es súper positivo, ya que se va reflejando en nuestra salud anímica y también corporal.