En mi jardín tengo con una Pitanga (Eugenia uniflora) con sus frutos madurando en este momento.

Si bien se la se está prestando mayor atención a la flora nativa, mucha gente no conoce la belleza de este arbusto de flores blancas y frutos rojos.

La Pitanga es una planta nativa de nuestro país, Argentina y Brasil que pertenece a la familia de las myrtaceas.

Es un arbusto muy ornamental que alcanza los cinco metros de altura (la mía tiene varios años y mide aproximadamente tres), su follaje es persistente con hojas simples y opuestas, de borde íntegro y un verde claro brillante. Florece en primavera con flores blancas que tienen muchos estambres y un aroma muy agradable, cada vez que me encuentro con la Pitanga florecida sonrío, son flores pequeñas, muy decorativas y hermosas.

Su fruto, que es lo que nos interesa en este momento, es una baya redonda que comienza siendo de colo verde, pasando por el amarillo y naranja, hasta llegar al rojo casi morado cuando está madura. Su pulpa es jugosa y como les conté, tiene un sabor entre dulce y ácido muy interesante. Puede consumirse como lo hago yo, directo del árbol y también es utilizado para preparar dulces, jugos y licores.

Además, esta planta es apreciada por sus propiedades medicinales y también utilizada con fines cosméticos.

Otra carácterística que me llamó la atención es que es una planta que prácticamente no es atacada por insectos ya que posee propiedades repelentes. Se utilizan sus hojas para espantar a las moscas, la manera de lograr este repelente es machacando sus hojas, algo que definitivamente voy a probar este verano.

Para su cultivo debemos tener en cuenta que la pitanga es una planta rústica que no requiere demasiados cuidados, pero debemos tener en cuenta ubicarla en un lugar al sol o semisombra. No requiere mucha agua, pero si debe tener un buen drenaje.

Este arbusto es ideal para colocar en pequeños jardines como el mío. Que más lindo que tener una planta nativa de nuestro país, que podemo disfrutar por su valor ornamental y también podemos darnos el gusto de saborear.

Foto sacada por: Inés Rial