confesiones
Luchar contra el cáncer de adentro hacia afuera
26 Oct 2023
Para cerrar octubre, mes de prevención del cáncer de mama, queremos acercarles el testimonio de Laura Rodríguez acerca de su experiencia como sobreviviente de cáncer de mama. ¡Que su valentía, coraje y amor por la vida las inspire tanto como a nosotras!
“Toda la vida fui muy sana pero, como tenía antecedentes muy cercanos de mujeres con cáncer de mama en mi familia, siempre presté especial atención. Un día levanté uno de esos folletos que explican cómo hacerse el autoexamen de mamas y empecé a hacérmelo.
Cuando tenía 44 años me encontré un bultito en un seno mientras me examinaba. En seguida supe que no podía ser nada bueno. Primero tuvieron que hacerme una mastectomía parcial y luego una mastectomía total. Al mismo tiempo empecé a hacer quimioterapia.
Fueron momentos dificilísimos pero hoy en día, viendo todo en retrospectiva, puedo decir que fue un proceso de sanación enorme. Yo siempre fui una persona muy fuerte y racional. Me costaba muchísimo expresar mis sentimientos y nunca lloraba. Al principio del proceso minimizaba la situación porque no quería mostrar debilidad. De hecho, el día después de que me dieron el alta por la mastectomía salí a trabajar como si nada al estudio jurídico.
Las circunstancias se dieron de tal forma que en ese momento tuve que cuidar mucho a los demás: mi mamá se quebró y la traje a Montevideo para cuidarla, después mi hijo tuvo una fractura expuesta en la pierna y, en un momento, empecé a percibir un desamor profundo de mi esposo. De pronto, después de 26 años de matrimonio, se fue de mi casa.
Fue un momento de duelo profundo, ¡me sentía tan vulnerable! A pesar de que ya era una sobreviviente de cáncer, encontrarme con mi hogar fracturado me dolió muchísimo. Al principio mi enojo era muy grande: estaba enojada con mi cuerpo, con mi esposo y con todo. Eventualmente pude perdonar, pero primero tuve que perdonarme a mí misma, reconocer mi vulnerabilidad y aceptar que no era esa supermujer que había construído.
Comencé a refugiarme en la literatura. Los libros de Louise Hay, que también es una sobreviviente de cáncer, fueron un gran apoyo para mí. También recibí mucho apoyo de mis hijos, mis padres y mis amigas.
Después de hacer el duelo comencé a recuperar mi vida social luego de haberla abandonado por completo. Al tiempo, a pesar de que no estaba buscando un compañero, conocí a un ángel con el que me casé el 21 de setiembre del 2013. Es una persona muy sensible, simpática, y que conocía el proceso de la enfermedad por la que yo había pasado.
Cuando miro hacia atrás veo que pude afrontar el desafío con valentía. Hoy puedo agradecer todo este proceso porque gracias a él empecé a percibir señales que me estaba dando la vida y que antes pasaban desapercibidas. Aprendí a perdonarme, a cuidarme más y a sacarme mochilas y responsabilidades.
¡Y fue como nacer de nuevo! Empecé a ver la vida desde otra perspectiva: todo me maravillaba. Fue muy lindo hacer el proceso y finalmente descubrir mi fortaleza interna. ¡Me encantó encontrarme con una persona que no sabía que tenía dentro!
Después de todo esto puedo decir que soy una persona muy feliz que agradece a Dios y la inteligencia divina por todo lo que pasó. ¡No me canso de decir que la vida es bella! Y a todas mis congéneres divinas les digo siempre que se cuiden, que se presten atención.”