decoración

LA GLICINA: BELLEZA DE OCTUBRE, por Inés Rial

13 Oct 2019

La Glicina es una planta trepadora perteneciente a la famila de las leguminosas, originaria de Asia.
Tiene hojas compuestas con siete a trece folíolos de forma ovoide, caducas, lo que significa que pierde su follaje una vez que entra en el otoño.
Florece antes que aparezcan sus hojas, sus flores lilas aparecen en primavera agrupadas en grandes racimos que cuelgan y son muy perfumadas. También existe una variedad con flores de color blanco.
Sus frutos son vainas planas aterciopeladas que permanecen mucho tiempo en la planta.

Si queremos tener una Glicina debemos colocarla en un lugar exterior directamente en el suelo, buscando espacio donde reciba sol directo o semi sombra. La misma no es exigente en cuanto al tipo de suelo, pero debe tener buen drenaje. Debemos darle abundante riego, sobre todo en verano.
Esta planta es ideal para una pérgola, muro, reja, debemos darle un soporte que le permita agarrarse con sus tallos volubles y desarrollarse.
Tiene un crecimiento muy rápido y potente pero puede demorar unos años en florecer una vez plantada. La Glicina es una trepadora resistente y longeva y también es muy invasora, debemos controlarla mediante podas y guiarla hacia donde nos interese que se dirija.

Este es el momento ideal para admirar esta planta que nos brinda un regalo a nuestros sentidos, visualmente es impresionante y tiene un perfume increíble, por otro lado, da sombra en verano y deja pasar los rayos solares durante el invierno. Una planta espectacular.

Foto sacada por: Inés Rial