soy mamá
¿Globo?, por Magdalena Piñeyrúa
16 Sep 2016
Desde el momento en que esa maestra le regaló el globo, justo antes de emprender el regreso a casa, me di cuenta de que era una mala idea. Pero no dije nada, me pareció una guarangada rechazarle el regalito.
La historia completa fue así: fuimos con mi hijo de 2 años a buscar a su hermano mayor al jardín y la maestra le regaló un globo al más chiquito. Se lo dio en la manito, para que lo llevara consigo durante todo el camino de vuelta que son sólo 3 cuadras, pero que cuando tenés 2 años y un globo en la mano se te hacen como cien kilómetros.
Por supuesto que yo sabía que iba a terminar mal la cosa, pero la verdad es que me encomendé a mi suerte y crucé los dedos.
Caminamos una media cuadra, todo bien, un hijo en cada mano, el chiquito con su globo rojo y al cruzar la primera calle, obviamente, el globo se le voló.
Y a partir de allí, lo que tenía que pasar pasó. Primero llanto, luego sollozos y finalmente la cuenta regresiva hacia el olvido:
17:47 hs.
Él.- ¿Globo?
Yo.- Mamá ya te contó… que el globo se fue a pasear. Otro día conseguimos otro ¿tá?
17: 49 hs.
Él.- ¿Globo?
Yo.- Está viajando por ahí…volando… ¡Mirá qué lindo el gatito!
18:00 hs.
Yo.- ¿Quién quiere una galletita?
Él.- ¿Globo?
19:34 hs.
Yo.- ¡Miren quién llegó del trabajo!
Él.- ¿Globo?
20:00 hs.
Yo.- ¡¿Quién desordenó todos los libros?!
Él.- ¿Globo?
20:42 hs.
Yo.- ¿Le pongo quesito rallado?
Él.- Sí… ¿Globo?
21:30 hs.
Yo.- Hasta mañana chiquito, que duermas lindo… ¿hasta dónde me querés?
Él.- Hasta Planeta Moustro
Su hermano mayor.- ¡¿Te acordás de tu globo…?!