Me encantan las recetas caseras y ni que hablar de esas que podemos preparar con los chicos. Estas galletas o cookies son facilísimas de hacer y rinden un montón. Son un verdadero hit entre mis favoritas. Haces una receta y luego las guardas en lata o frasco para que se mantengan frescas, como si recién las hubieses horneado. No precisas ensuciar más que un tenedor y un bowl de cocina. La chapa para horno va forrada con papel manteca y la receta es super versátil: con esta base, podes irle cambiando los sabores agregándole ralladura de limón, ralladura de naranja, chips de chocolate, jengibre en polvo, pasas y todo ¡lo que se te ocurra! Son esas recetas “caballito de batalla” que no fallan y que siempre conviene tener a mano. Mándaselas en la vianda de los chicos y no solo evitas que compren galletas ultra procesadas y nada saludables, si no que vas a ahorrar un montón de dinero.

Va la receta:

Mezclar en un bowl con tenedor:

90 gr. de Manteca pomada

80 gr. de Azúcar rubia

1 cda de Miel

1 tapita de esencia de Vainilla

1 huevo

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En otro bowl mezclar los secos:

90 gr. de Avena

60 gr. de Harina

80 gr. de Nueces picadas

1/2 cta de Polvo de Hornear

1 pizca de Sal

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Integrar las dos preparaciones con un tenedor. Mezclar bien.

Forrar con papel manteca la base de una fuente para horno.

Colocar porciones de masa del tamaño de una cuchara aprox, y aplastar un poquito con la yema de los dedos. Dejar una separación entre sí para que no se peguen, ya que crecen un poquito.

Hornear en horno precalentado a 180•C por 9 o 12 minutos, o hasta que estén doraditas.

Dejar enfriar antes de sacar de la fuente. Luego, si se quiere, pasarlas por chocolate derretido, almendras picadas y/o cacao en polvo.