HOY NOS TOCA HABLAR DE ROBERT DOISNEAU.

 

 

Es uno de los fotógrafos que más me gustan en blanco y negro. Seguimos con esos de los años 30 pero
prometo avanzar de año. Hay algo en esas fotos y en esas ciudades que me llaman la atención y no
puedo dejar de admirar.

Primero una mini biografía y después algunas de sus fotos, que es lo que me importa.

Doisneau nació en Gentilly (cerca de parís) el 14 de abril de 1912 y falleció en Paris en 1994. Fue un
reconocido fotógrafo Francés. Recibió una formación de litógrafo y a fines de 1929 se dedicó a la
fotografía en calidad de autodidacta. Veía en ella el medio ideal que le permitiría fijar, durante sus paseos
por Paris, la palpitante vida de la ciudad. Su carrera de fotógrafo profesional comenzó en 1934 en las
fábricas de Renault, que lo emplearon hasta 1939 como fotógrafo industrial y publicitario. Ese mismo año
se instaló por su cuenta como periodística fotográfico pero la guerra le hizo renunciar a eso. Sirvió en el
ejército francés hasta 1940. Pero el no interrumpió completamente su trabajo ya que para juntar plata
imprimía sus fotos como postales. En 1949 firmó un contrato con la revista de moda – Vogue – y gracias
a esto penetro en los círculos de la alta sociedad, a los cuales no consideraba con mayor simpatía que al
modesto hombre de la calle.

Tampoco se hizo famoso por la revista de moda, sino se debe a su fotografía callejera. Sus numerosas
instantáneas son documentos plenos de humor sobre la vida en los suburbios de parís. Y de esa forma
nacieron ciertas imágenes que se convirtieron en iconografías del modo de vida francés. El ejemplo más
famoso es el – Beso ante el ayuntamiento – (foto) que paso a ser un símbolo de amor joven y
desbordante de alegría en la gran ciudad.