¡Que levante la mano quién vio los ciruelos de jardín en flor! Están increíbles en las calles y jardines, anunciando que el invierno está por llegar a su fin para darle paso a la tan ansiada primavera.

Los ciruelos de jardín (Prunus cerasifera) son ideales para jardines pequeños ya que no son de porte muy grande, tienen follaje caduco y una copa amplia y redondeada.
Lo que los distingue y hace especial a esta especie es es el carácter ornamental de su profusa floración, que se da al final de invierno, (aquí empezó hace unas semanas) y va hasta la primavera. Esta consta de florcitas de dos a tres centímetros, generalmente solitarias, pentapétalas con muchos estambres, de color blanco o rosado suave, las mismas aparecen antes de las hojas, característica  que hace resaltar toda su belleza.
Otro destaque  ornamental está dado en el cultivar  ‘Atropurpurea‘ de esta especie que tiene el follaje color púrpura, lo que a mi gusto lo hace doblemente hermoso, sinceramente tengo un tema con los follajes de ese color. Me encanta como quedan con el verde de otros follajes.

Los ciruelos son árboles poco exigentes en cuanto al suelo, toleran condiciones de sequía , heladas y la contaminación ambiental.
Para su poda, debe tenerse en cuenta que la misma debe realizarse luego de la floración, no antes en invierno.

Otro cuidado que debe tenerse es el lugar donde se coloca el Prunus, debemos tener en cuenta que para obtener una buena floración debemos ubicarlo en un lugar donde reciba luz del sol.

Pongámonos felices, la primavera está a la vuelta de la esquina, y el Prunus cerasfiera lo sabe.

 

Foto sacada por: Ines Rial