moda & belleza
El último alarido de la moda, por Catatonias
18 Feb 2016
Por Stephanie Biscomb (@catatonias), ex veinteañera, ganó dos Premio Nobel, un 5 de oro y cuarenta medallas de primer puesto en las competencias atléticas del liceo. Hoy reside en Londres junto a su chanchito enano Pink Floyd, y se dedica a ver series en Netflix y correr maratones. Sí, todo esto es mentira – pero cómo estaría, eh!
Ilustraciones de María Eugenia Elorza (Funky Marucha): una apasionada de la vida que dibuja desde que tiene memoria, pero todavía no aprendió a dibujar manos. Ténganle paciencia.
Nunca fui lo que hoy por hoy llamaríamos un ícono fashion. Sí, tuve eras en que la ParaTí Colecciones era mi biblia de cabecera y, si bien hoy en día mi mamá a veces osa pedirme algún consejo sobre como vestirse, es la misma que solía taparse la cara y bufar cuando veía cómo pensaba yo salir vestida de la casa en mis años mozos.
Debo reconocer igual que siempre tuve cierta fascinación con la moda. O al menos eso creía – un buen día abrí mi ropero y me di cuenta de una cosa: toda mi ropa era o blanca, o negra, o gris clarito. A veces se colaba algún rosado, celestito o algún verde, pero tenía un talento innato y cuasi admirable de ir a una tienda llena de ropa, elegir dos o tres cosas que me gustaban, probármelas y, al llegar a casa, notar que en realidad ya se parecían al 80% de mi ropero.
Pero, increíblemente, gracias al postmodernismo y Anna Wintour y Zoolander y los hipsters y Mackelmore, hace unos cinco años más o menos que me convertí en EL PROPIO fashion icon. Posta. Es más, vos también te convertiste en una persona que no puede más de lo fashion que es. Sí, vos. Y vos también. ¿Vos? Vos también. También vos. Y vos. Y vos. Y vos, corazona. Todas.
Y eso que a medida que me pongo más grande más me pasa que abro mi ropero y, la verdad, no tengo ni idea qué puta estoy haciendo. ¿Pantalón amarillo con remera blanca estampada y blazer negro a rayitas? Y dale. ¿Vaquero negro que se me cae con camisa de jean llena de costuras de donde se viene rompiendo y una crop top con un chihuahua? ¿Aunque pese 70 kilos? Bueno. ¿Hace mucho calor y no tengo musculosas limpias entonces corto con una tijera las mangas a una remera? Utilísima un po-ro-to.
¿Qué pasó? No tengo la más pálida idea. Pero así como se democratizó la tecnología y la cultura y los medios, la moda también pasó a un plano más horizontal. Vestirse bien, ahora, es más fácil que nunca. Y si encima consideramos que vivimos en Uruguay -tierra donde las tendencias duran ocho años cada una- más papita aún. Si no me creen, míren bien qué tienen puesto justo ahora. Sí, ahora en este momento. Ahora, cotejen:
– ¿Estás de entre casa con pijama, una bata o cosas que no combinan y la ropa toda rota? ¡Felicitaciones! Ese look homeless chic te queda divino.
– ¿Los jeans te quedan ocho talles más grandes y son del año del jopo? ¡Qué grosa! Andás curtiendo mom jeans sin darte cuenta – el último grito de la moda.
– Si recién volviste de la feria toda vestida con ropa de esa tienda que empieza con Indian y termina con Outlet, ¡genia! El hippie chic es lo mejor que podés usar este verano.
– ¿Tenés ochocientas prendas encima, todas con distintos estampados y colores? No podés más de fashion victim – estás curtiendo maximalismo.
– A ver, déjame verte… ¿jeans, una remera, championes? ¡Qué genial conjuntito normcore!
– ¿No seguís ninguna de estas tendencias? No te preocupes: sacate las caravanas. Listo! Trés chic.
Y ahora, si me disculpan, me puse un vestido de mi tatarabuela para ir a la feria a comprar queso y necesito ir a teñirme el pelo de gris. No solo estoy curtiendo un look 100% victoriano con granny hair, sino que, también, seguro me dejan ir gratis en el bondi por ser jubilada. ¡Hasta la próxima!