Este martes 2 de octubre se perfecciona la luna nueva en Libra conformándose un eclipse solar dado que está el nodo Sur muy cerca del Sol y la Luna. Como hemos hablando anteriormente, toda luna nueva es una semilla que culmina en seis meses y en este caso será el día 13 de abril. Es decir, estamos recién comenzando un proceso que se concluye en el cuarto mes del año 2025.

 

Dicho esto, Libra es un signo de aire regido por Venus y nos habla de aceptación, autenticidad y expresión cuando nos involucramos con otra persona. Venus en esta lunación está en Escorpio lo que nos habla de profundas transformaciones vinculares que implica una revisión de nuestros mecanismos de sobrevivencia anclados en el pasado infantil, del alma y transgeneracional.

 

En paralelo, Venus responde a Marte en Cáncer que es el regente del nodo norte. Este astro se relaciona con el guerrero y Cáncer con el arquetipo del hogar, familia, raíces y con dar acción a través de saber responder por lo que necesita el alma. Hay un llamado a transformar nuestra confianza e identidad que plasmó una forma de pensar por conductas aprehendidas de sobrevivencia en pos de la aceptación y búsqueda de valoración del núcleo familiar pero que en este momento el cielo nos dice que ya no son auténticas y que requieren de una transmutación.

 

Estamos transformando un viejo paradigma vincular que no nos permitía ser sinceros/as al momento de compartirnos con otras personas y la forma en que materializamos y expresamos nuestros dones en el mundo.

 

 

La guía que nos refleja el cielo para transitar de aquí a abril 2025 se refiere a un proceso íntimo que necesita que seamos capaces de responder por nuestras necesidades emocionales armonizando y transparentándonos en las relaciones que tenemos con los demás. Estos cambios requieren que aprendamos a estar más enfocados en la emoción que en lo que dicta la cabeza, en comprendernos más amorosamente que juzgarnos o juzgar a los demás. Somos humanos errantes que venimos aprender y desarrollarnos para disolver la armadura que inhibe la expresión del corazón, nos dice esta lunación.

 

A su vez, Mercurio estuvo en Virgo desde julio hasta fines de septiembre donde nos mostró aspectos kármicos y rígidos y nos invitó a situarnos internamente desde otro lugar. En este eclipse, el mensajero de los dioses busca suavizar y armonizar las narrativas del cambio y expresarlas con el fin de que el otro u otredad entienda esta nueva posición.

 

La vulnerabilidad, las penas, las rabias no expresadas están en la mira para bucear dentro de nuestro mundo emocional, comprenderlas y transformarlas para así actuar desde la sinceridad y no desde el mecanismo defensivo.

 

Son tiempos de profundos cambios internos que nos convocan a cambiar nuestra forma de pensar para ser humanos más auténticos y respetuosos de nosotros y los demás.

 

Les deseo una armónica transformación,

 

Un abrazo,

 

Valentina Celedón @elcantoastral