Hace unos días fue el día internacional de la pasta y yo lo festejé cocinando tallarines caseros. Amasar, estirar y cortar. Tareas que me recuerdan a mi abuela paterna y que me da mucha alegría compartir con otras personas. ¡Anímense! Si no tienen maquina para estirar, lo hacen con el viejo y querido palote. ¡No hay excusas! 🙂

Receta:

320 gr. de harina 00

3 pizcas de Sal

Buen chorro de aceite de oliva @colinasdegarzon

3 huevos

Mezclar la harina con la sal y formar una corona. En el medio, poner los huevos y el aceite.

Comenzar a mezclar con un tenedor y luego pasarnos a las manos. Amasar mucho pero sin desgarrar la masa. Aplastarla, doblarla, y volver a aplastar. Cuando quede lisa, envolverla en papel film y dejarla descansar lo máximo posible (yo la dejé de un día a otro. Pero puede usarse pasado 20 minutos de descanso, no hay problema).

Luego, pasar por la máquina de pasta, por el rodillo más grueso, varias veces, doblándola en tres partes superpuestas cada vez. Esto se llama “sobar” la masa. Cuando esté muy lisa, empezar a estirarla y no doblarla más. Ir bajando de a 1 escalón los rodillos para dejar la masa cada vez más finita. Estirar de 1 o 2 mm de espesor. Espolvorear con harina para irla secando. Luego cortarla como queramos y hervir en abundante agua con sal. Cocinar hasta que estén al dente, aprox 1 o 2 minutos (se hacen súper rápidos porque es pasta fresca). Escurrir y servir con la salsa que se desee. Terminar con parmesano recién rallado.